4/30/2015

La divina proporción

LA RAZÓN ÁUREA Φ

También llamada proporción áurea,  número de oro o divina proporción es el canon de belleza más actual y matemático que podemos encontrar en muchos elementos de la naturaleza y de nuestra vida cotidiana.

El número de oro hace su primera aparición de manos del griego Euclides, hablando de segmentos y debe su nombre al escultor griego Fidas, de ahí que la letra griega φ, se lea “phi [fi]”. Lo que no pudo imaginar Euclides, es que lo que él usaba y definía únicamente para propósitos geométricos alcanzara tanta importancia  y relevancia que en el s.XV se la empezara a conocer como divina proporción.

El número más bello de la naturaleza está presente en algunos animales, flores, estrellas y galaxias etc. También en elementos de nuestra vida cotidiana como los huevos y en objetos más actuales como el DNI o los billetes.

Dos segmentos están en proporción áurea cuando la longitud de la suma de ambos es al mayor como el mayor es al menor. Un rectángulo áureo será el que cumpla esta premisa entre su longitud y su altura.


La proporción áurea no solo ha fascinado a los matemáticos, sino que a lo largo de la historia los artistas, músicos, arquitectos, etc. han quedado prendados por ella. Encontramos la divina proporción en obras de Leonardo da Vinci tan conocidas como “El hombre de Vitruvio” o la “Gioconda” o incluso en el Partenón de Atenas. La proporción divina está relacionada con la proporción o serie de Fibonacci, que comentaremos en otra entrada del blog.


4/15/2015

La vida de Pi

Desde que el mundo es mundo, los números han regido nuestras vidas. Miremos donde miremos, siempre hay números en nuestro alrededor. Cuando hablamos de nuestros cumpleaños, vamos de compras o, por qué no, cuando intentamos resolver alguno de esos odiados problemas de matemáticas... números por todos lados.
Números primos, naturales, ordinales, enteros... todos ellos son números, básicamente, comunes. No es en ellos en los que quiero que os fijéis hoy. Para ellos ya tendréis tiempo el resto de los días de vuestra finita vida. Hoy quiero que admiréis a ciertos números que, por no ponerles otro nombre, los podríamos llamar famosos. Igual los conocéis, sus nombres son π (pi),  y, por supuesto, el número que da nombre a nuestro blog, ϕ (fi), el número áureo. Todos ellos tienen el mismo rasgo en común, son números irracionales que no se pueden expresar con un número finito de decimales o decimales periódicos.
El número π es EL NÚMERO. No hay nadie que no sepa de él. Puede que no conozcamos su vida, obra y milagros, pero seguro que si nombramos este número en una clase abarrotada (no lo intentéis en la calle, por si acaso) y más de uno gritará “¡Tres catorce dieciséis!”. Por muy poco que sepamos de él, siempre nos podemos decir que π es “tres con algo” y está relacionado con la circunferencia, pero, ¿de dónde ha salido?
Pi establece una relación entre la longitud de la circunferencia y su diámetro, Es decir, tal y como muestra la siguiente imagen, el perímetro de la circunferencia tendrá una longitud algo mayor que tres veces el diámetro de la misma, y mucho menor que cuatro veces éste, es decir, su longitud será π. Esta relación SIEMPRE existirá, dando igual si la circunferencia tiene un diámetro de tres micras, siete kilómetros, doce millas o veinte mil leguas marinas.
Su nombre, pi, viene de la letra griega π, la inicial de la palabra griega periferia, la cual se refiere, evidentemente, al perímetro o longitud de la circunferencia. En matemáticas, se usa, aunque no exclusivamente, en geometría, para poder hallar datos como la superficie de formas circulares o el volumen de cuerpos de revolución.
Ahora, antes de pasar a hablaros de los otros números, nos gustaría deleitaros con dos regalos, el primero es el siguiente poema, el cual sirve como regla mnemotécnica para conocer los 20 primeros dígitos de nuestro irracional amigo.

Soy y seré a todos definible
mi nombre tengo que daros
cociente diametral siempre inmedible
soy de los redondos aros.

Y el segundo es una curiosidad matemática que subraya aquello que os comentábamos allá por el primer párrafo, que los números están por todos lados, en la naturaleza, si somos capaces de encontrarlos.

El segundo número que os hemos dado a conocer es el número . Puede que este número no os parezca tan conocido. Es más, seguro que si os encontraseis con el número pi y el número por la calle, solo pararíais al primero para pedirle un autógrafo, pero pensad que hay pocos números que tienen nombre propio, y algo importante habrá hecho para ganárselo. Para aquellos que vayan a sufrir, la asignatura de matemáticas durante los años de bachillerato, les adelanto que acabarán haciéndose íntimos de este número, el cual resultará vital si hablamos de funciones, derivadas y logaritmos.
Poco podemos contar de este encantador número. Al igual que π, es un número irracional y trascendente, y su valor es siempre el mismo, una constante. También conocido como número de Euler, este número se usa principalmente en el cálculo de derivadas, dado que ayuda a dar nombre a los logaritmos en base ℯ, más conocido como logaritmo neperiano. El logaritmo neperiano de ℯ equivale a la unidad [ln(ℯ)=1].
Aunque parece que estos datos no son tan emocionantes como los de número pi, siempre podemos tomar el uso curioso que puede adquirir este número, el cual es usado en criminología para calcular la hora de la muerte de una persona, o en paleontología para realizar la prueba del Carbono 14 y poder hallar la edad de los fósiles.

Para finalizar, antes de presentar a nuestro número anfitrión, nos gustaría saber si hay algún artista en el blog. ¿Por qué? ¿No es evidente? Nuestro anfitrión, el número que nos ha regalado la posibilidad de nombrar esta página, no es ni más, ni menos que ϕ, el número de oro, aquel al que los artistas rinden pleitesía, pues simboliza la proporción áurea, la perfección, la belleza absoluta.
Lo cierto es que creemos que este número merece algo más que un pequeño apartado al final de una entrada, sino que se merece una entrada completa para si mismo, así que para no incluir spoilers, nos limitaremos a homenajear este número reproduciendo el poema "A la divina proporción", del también áureo Rafael Alberti.

A ti, maravillosa disciplina,
media, extrema razón de la hermosura,
que claramente acata la clausura
viva en la malla de tu ley divina.

A ti, cárcel feliz de la retina,
áurea sección, celeste cuadratura,
misteriosa fontana de mesura
que el Universo armónico origina.

A ti, mar de sueños angulares,
flor de las cinco formas regulares,
dodecaedro azul, arco sonoro.
Luces por alas un compás ardiente.
Tu canto es una esfera transparente.
A ti, divina proporción de oro.

Y bien, ya casi hemos terminado, pero os vemos todavía dándole vueltas a la regla mnemotécnica del número π. ¿Una pista, quizás? Bueno, queremos terminar hoy, así que os la concederemos. ¿Habéis probado a contar el número de letras de cada palabra?


Y ahora la prueba de fuego. Queremos saber si de verdad has prestado atención al artículo. Observa la imagen a continuación y contesta en los comentarios ¿Cual de los números presentados en este artículo puedes encontrar?

4/08/2015

Números malditos


Hay números que culturalmente traen mala suerte...

Los japoneses creen que el número 9 y sobretodo el 4 lo traen. El número 9 se pronuncia [ku] que significa sufrimiento y el 4 [shi] o lo que es lo mismo, muerte. Esta superstición se lleva al extremo de quitar el número 4 de ascensores, habitaciones de hotel, hospitales, etc.


Los occidentales creemos que el número de la mala suerte es el 13. Las teorías son variadas, algunos creen que el número 12 es el número de la perfección (12 meses, 12 horas, etc) y que por tanto el número 13 representa lo contrario, la imperfección.
Otros creen que es debido a que a la última cena de Jesús asistieron 13 personas, y una de ellas lo traicionó. También se piensa que el día que murió Jesús era un viernes 13.
En la Edad Media, estar reunidas 13 personas era un símbolo de brujería y adoración al demonio. Si las personas eran acusadas de este delito y consideradas culpables, tendrían que ser ahorcadas, y para ello subirían a un patíbulo con 13 escalones. 
Volviendo a la actualidad, y seguimos con la cultura occidental, en los hoteles, en algunos restaurantes, e incluso en los aviones se evita utilizar este número 13, en sus puertas y plantas, en sus mesas o en sus filas, respectivamente.

Otro de los números considerados malditos es el 666, se le conoce como el número de la Bestia, y aparece por primera vez en el libro del Apocalipsis para referirse a Satanás. Una curiosidad con respecto a este número es que si sumáramos los 144 primeros dígitos de Pi nos daría este número como resultado.


4/01/2015

¿Qué hacer si ves matemáticas por todos los sitios?

Un día más lleno de rutinas. Y un día más eres consciente de las matemáticas que te rodean. 

Desde que te levantas por las mañanas cuando suena el despertador. Calcular el tiempo que tienes para terminar de arreglarte, desayunar las galletas redondas y llegar a tu hora al trabajo. La distancia de las vías del metro. O incluso cuántos vagones tiene el metro y ¿cuántos viajeros cabemos?, ¿y si se quita el apoya brazos cabría una persona más para sentarse?

Luego en el cole, con los niños, cómo distribuir la clase, o cómo colocar a los niños para que trabajen más y mejor, hacer malabarismos para ver cuántos escalones somos capaces de superar con tan sólo un salto, o escuchar contar a los niños, o verlos cómo calculan la distancia necesaria para marcar el gol decisivo que les hará ganar el primer partido del día en un tiempo récord de 30 minutos.



Estimamos la cantidad de comida que vamos a comer, y sentimos cuando estamos llenos o medio llenos para tirar el resto del día; la cantidad de azúcar que necesitamos para que el café esté en su punto. Las medidas de la puerta del colegio para que salgan varios niños a la vez sin provocar avalanchas peligrosas. El patrón de los adoquines por los que caminas de camino al metro de vuelta, ¿y si me paro a ver el perfecto escaparate para ver la nueva temporada de primavera-verano?. En cambio, si me despisto demasiado meto el pie en la alcantarilla redonda para que su propia tapa no se cuele, cosa que no impide que yo meta mi pie, si se pusiera una señal de peligro con forma de triángulo lo hubiera visto y haberlo podido evitar.

¡Uy! Han pasado los 15 minutos que calculé tardaría en irme a la cama que por cierto, las medidas son 1.20 x 1.80 (o eso creo).

Propongo desde aquí, ¿dónde se puede ver o sentir las mates?